Apuntes sobre promesas

Llevo dentro mundos nuevos, gente pequeña
construyendo lentamente grandes ciudadelas
a partir de sedimentos ya olvidados hace tiempo.

Tengo en la boca palabras que desean ser gritos,
entre dientes apretados que les sirven de carceleros
o de verdugos, si llega el momento en que lo necesito.

Lo admito, la mente me juega malas pasadas
pero en cambio te juro que no me arrepiento de nada.

Tú tienes un cuerpo de pájaro y unos ojos de aliento,
la piel rizada, las manos heladas, la estancia tranquila
aun sabiendo que mis abrazos son siempre sinceros.

Puedes pedirme, si quieres, que no me salga de la fila
pero soy de esa gente que siempre busca una salida.

Háblame y pide, si quieres, que siga como hasta ahora.
Yo lo intento y mañana me ato con la más dura maroma
para no poder abrir jamás los brazos...no servirá de nada.
Lo malo no es lo que me callo, sino cómo engañar al alma.

¿Cómo derrumbo esas ciudades que ya tengo apuntaladas?

Las promesas para mi son algo muy importante, algo con lo que no se debería jugar. Y no me refiero a esas tonterías que decimos de niños...
A mi no me gusta frivolizar con lo prometido... Pero últimamente me tienta.

Los poemas deben ser de amor


Las mejores ideas llegan en los peores momentos.
Será por eso, de acuerdo con la norma, que te quiero.

No es el mejor de los momentos para llevarlo en secreto
pero es que llevo esperando tanto tiempo
esta historia que no tengo mas remedio
que agarrarla con las dos manos,
que defenderla a los cuatro vientos.

Te entiendo, de verás que lo hago y a veces pienso
que encerrarme en mi postura no es ni de lejos
lo más adecuado. La culpa de todo la tiene este cerebro
o este corazón gastado que no entiende de silencios ni tempos.

Te esperaba y ya de antes pensaba en ti sin complicar\te\me\nos,
porque no me gustaría simplificar/me/te/nos.
Es algo más complicado. Ser solamente eternos. Sólo amar-(te)(me)NOS.

A veces nos encaprichamos de personas. Personas de las que no nos parece sensato encapricharnos y es difícil dejar de pensar en ellas/os, porque unas veces todo queda en capricho... Y otras no.
Para todos los que pasamos un San Valentín solitario. Dejando aparte lo que el 14 de Febrero signifique (yo pienso que es un arrebato consumista entre Navidad y Semana Santa), seguro que un día, con el esfuerzo adecuado, os mirais (nos miramos) en los ojos de alguien adecuado.

Para todos los que lo hayan encontrado (o eso creen), suerte, ánimo (o seguid buscando).