construyendo lentamente grandes ciudadelas
a partir de sedimentos ya olvidados hace tiempo.
Tengo en la boca palabras que desean ser gritos,
entre dientes apretados que les sirven de carceleros
o de verdugos, si llega el momento en que lo necesito.
entre dientes apretados que les sirven de carceleros
o de verdugos, si llega el momento en que lo necesito.
Lo admito, la mente me juega malas pasadas
pero en cambio te juro que no me arrepiento de nada.
Tú tienes un cuerpo de pájaro y unos ojos de aliento,
la piel rizada, las manos heladas, la estancia tranquila
aun sabiendo que mis abrazos son siempre sinceros.
pero en cambio te juro que no me arrepiento de nada.
Tú tienes un cuerpo de pájaro y unos ojos de aliento,
la piel rizada, las manos heladas, la estancia tranquila
aun sabiendo que mis abrazos son siempre sinceros.
Puedes pedirme, si quieres, que no me salga de la fila
pero soy de esa gente que siempre busca una salida.
pero soy de esa gente que siempre busca una salida.
Háblame y pide, si quieres, que siga como hasta ahora.
Yo lo intento y mañana me ato con la más dura maroma
para no poder abrir jamás los brazos...no servirá de nada.
Lo malo no es lo que me callo, sino cómo engañar al alma.
Yo lo intento y mañana me ato con la más dura maroma
para no poder abrir jamás los brazos...no servirá de nada.
Lo malo no es lo que me callo, sino cómo engañar al alma.
¿Cómo derrumbo esas ciudades que ya tengo apuntaladas?
Las promesas para mi son algo muy importante, algo con lo que no se debería jugar. Y no me refiero a esas tonterías que decimos de niños...
A mi no me gusta frivolizar con lo prometido... Pero últimamente me tienta.