Fin













Ya pasaste por mi vida haciendo daño,
poniendo cosas boca arriba sin pensarlo.
No entiendes de buenos, de malos,
de rachas difíciles ni de momentos adecuados.

A mi, la verdad, no me doliste tanto.

O por lo menos no tanto como me duele
verte cebarte con los que no te entienden,

Sé que no tienes la culpa, que no has elegido
ha sido la naturaleza que te ha dado ese destino.
Se que no sirve la lucha ni la amargura
se que es el tiempo la única posible cura.
Se que eres inocente, pero me sabes a tortura.

En estos últimos días mi vida se ha rodeado de personas rotas por las defunciones de ciertos familiares. No me duelen los que se van porque encuentran una paz merecida. Me duelen los que se quedan, rotos por la ausencia. Mi más sinceras condolencias. Os quiero