Breve reflexión temporal

Tuve ganas, tuve dos almas, tuve hierro bajo las uñas
y arañaba la vida, me la llevaba a manos llenas
sin que te dieras cuenta, sin que se dieran cuenta.
Hubo días más alegres, aun con menos fortuna
que me sacaron de la miseria de esta noria,
de esta sucesión de noches y días que no quiero vivir.
Porque es cierto, no quiero llevarme a la boca gloria
que no me pertenezca, no quiero dejar de existir
cuando llegue el otoño y caigan las hojas. Tengo miedo
de Junio y sus tardes cálidas, quizá las últimas viviendo
de esta forma fácil, no quiero pensar en Septiembre,
en Octubre y la llegada del cambio de hora. Siempre,
siempre me pone triste el cambio horario y la luz
invernal que todo lo cambia. Ojalá llegue Diciembre,
los fríos, las noches largas... Pero sigas estando tú.


Yo no suelo escribir así. Esto es algo que ha salido de mi casi espontaneamente, y como pienso que la espontaneidad siempre es bienvenida (por su frescura) aquí lo dejo.

Mensaje


Tú me pides que deje a un golpe de viento mi vida,
que no sea yo quien decida
la dirección de mis pasos.
Que suelte sin pensarlo tus manos
en el momento en el que me lo pidas,
que no haya ni siquiera medias tintas
y todo lo nuestro pase a ser pasado
yo nunca antes he acatado
decisiones que no hayan sidos mías.

No puedo romper mis dedos tan asidos
a la vida. No consigo renunciar a lo que imagino
ni aunque piense que todo ha sido mentira.
No quiero tener que llegar a la despedida,
no quisiera estar de nuevo a la deriva.

Qué suerte que haya mensajes embotellados que sí que lleguen...