Puesta en marcha


En este verano falso
ya ha habido varias cosas fingidas.
El arranque del corazón-artefacto
y su fallida celebración de la vida.
La muerte recurrente de las mariposas
que todos creímos desaparecidas.
El filtro vital azul sobre el color rosa,
como recordatorio de la crudeza realista.
El sueño diurno. La ilusión infundada
de la paz y el descanso a la llegada.

El vómito me devolverá al mundo.
Despertar de la ficción con la arcada.
El corazón mecánico vuelve a echar humo
y entre el ácido y las entrañas
se ven los pedazos que faltan.

El pulmón hinchado por falta de aire,
la boca ansiosa, la sangre espesa,
ése órgano que no importa a nadie,
la respiración acelerada, la mente lenta
que me ha estado jodiendo las mañanas.

Todo esta sobre la mesa.
Todo volverá a la despensa.

A los que no entienden.

Esta semana me han dicho (muy sabiamente) que no hay que entender todo lo que pasa. Que a veces las cosas, simplemente, pasan y hay que saber dejar de mirar hacia atrás y poner rumbo. Vista al frente. Y caminar. Hasta que deje de oirse el murmullo detrás de ti.

1 comentario:

Unknown dijo...

Improvisa,adaptate,sobrevive...